lunes, 29 de agosto de 2011

bailamos en cada encuentro

¡Cuánto amor! Dijo, mientras se sonreía. Vi como sus ojos quedaron suspendidos, vaya a saber en que imagen o fotografía de su propio recuerdo. Espere unos minutos, respetando, ese silencio, ese instante cargado de expectativa. Y le pregunto a Marina, por la magia. Ella sin dejar ese lugar, que parecía tenerla feliz, comienza hablar…

Estábamos con algunas amigas en el bar, cuando llego mi amigo Luis. El muy celestino como es su costumbre, me presento a Mariano. En ese acercamiento, no se, era, es tan agraciado.

Cada cual de momento estaba transitando su separación, con todos los chifletes de la coyuntura. ¡Te imaginas! Nos dimos cuenta de que era mejor irnos de ambos antes de acercarnos. Mariano no estaba en busca de ninguna mujer, ni yo de un hombre.

Éramos tan jóvenes. Nos vimos dos años después.

Dentro del canto bar, apoyada en la pausa de la escalera con Ceni, lo veo llegar. Todo un personaje que me obnubila, nos miramos como recalcándonos. Estalla el glamour y toda la purpurina. La conquista anclada en dos, caricias, todo era tan bonito que me sentía desvariar. Esa noche me dejo en casa y en ese chau, chau, que se hizo otro día, y otros que se multiplicaron en muchos otros. Nos fuimos enredando.

Le guste en todos lados, todos los lados, y en cada lado. Lo cautive con mis olores, olores sexuales, olores de piel, hasta con mis más apetitosos olores intelectuales. Después vino la locura divina, una historia de amor. Las cosas que hacíamos para estar, poseídos por la ansiedad, las ganas, el deseo, en cualquier lado…me conoció en todo mi esplendor de mujer y en los roles de la vida diaria.

Nunca nos dejamos, vivimos apasionadamente muchas historias subidos en una locomotora emocional, recorriendo nuestros propios caminos. No nos parecíamos en nada, mas, nuestras vidas son totalmente opuestas. Y así estábamos…totalmente locos, totalmente enganchados…

Y dieciocho años después…bailamos en cada encuentro.

dedicado a mi amiga de la vida, Sandra.



miércoles, 24 de agosto de 2011

cuatro

¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte?
 lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad.

Jorge Luis Borges


Ya nada inmortal roza los pensamientos.
Que se quedan eternos, inmaduros.
y amenazan con desbastar lo simple,
lo delicado, lo palpable, y al amor…
Despertare al alba perfumada de sol,
entonare algunas notas que desprendan
la certeza de tocar el suelo.
Y mientras la tarde se duerme en la ventana,
los ojos que miran y guardan
se posan en el horizonte rosa-rojizo.
Y los cabellos al viento son.
Para que despierte la noche de jazmines y café.




viernes, 19 de agosto de 2011

apasionarse

Mis (alas) zapatos de tango



Apasionarse, principalmente es sentir, sentir que se esta vivo. Porque ese vigor que nace frente a la primacía de algo, nos llena de energía. Apasionarse es sentirse intenso, es locura, son ganas. Entra por los poros dándonos placer. Apasionarse es soñar y tener alas, es transpirar tras lo que se desea fervientemente y a veces se siente dolor frente a su ausencia.
Me apasiona e invita a apasionarme cada vez...que me subo a mis alas...


viernes, 12 de agosto de 2011

tres

Guardo algo
en un mundo donde se muestra todo.
Porque así lo exige el más lúdico
de los instintos.

Cuando me asalta el endemoniado
deseo de poseerte.

De un sorbo me toma la noche
fresca, transparente.
Con la mirada poseída
en mis ojos.

Te vas acercando.
Todo sucedió
mientras me derretía sobre tu lengua.
Dulce de leche
granizado...



viernes, 5 de agosto de 2011

¡Quiero!

Los secretos confesados
en una tarde de domingo.

Susceptible de variaciones en compañía.

El canto de las musas
bailando en nuestras bocas.

Significar el presente indicativo.

La inquietud de nuestras almas
cabalgando ilusiones.

Quiero todo lo que te nombra y me nombra.

Se expanden las gotas de lluvia
mientras me seguís desnudando
sin quitarme la ropa.

Quiero seguir respirando
bajo nuestro universo de encuentro.

Donde encontrarse es amar.


(Dic.2009)