(Foto: Cecy)
En intima relación salgo acompañada de mis pensamientos
en la noche plácida donde se me entibia la mirada
son horas dormidas en calles desiertas
alimentadas por los árboles.
Me hace inmensamente feliz hablar con la sombra de mi silencio.
Me hace inmensamente infeliz que no estés tomando mi mano.
Me reflejo en el espejo luminoso que cuelga en el gigantesco oscuro.
Y te digo: Hoy ¡es más inmensa que nunca!
aunque se vea tan lejana.
La capto como fiel reflejo
como un obsequio
como albarán de vida real.
En la retirada a los brazos del dios de los sueños
voy cantando serena con el alma pretenciosa
de saber que existimos.