domingo, 29 de noviembre de 2020

Eterno insolente

El insolente más insolente de todos los insolentes, quien llevo la Argentina a cada rincón del Planeta, un embajador redondo. Él metió la mano de dios a los ingleses y nos devolvió un pedacito de dignidad. Él no calló ante nadie, espejo de millones que no quieren verse. Qué fácil es juzgar al otro, mientras en tu ropero, debes de tener escondida muchas piedras. Pocos hombres y mujeres reconocen sus errores, dejando en descubierto la hipocresía de otros miles de hombres y mujeres que se creen santos y santas. Él nos dio más de cuarenta años de felicidad. Él es pueblo, el Dios más sucio y más humano de los Dioses, como dijo Galeano.

Aun en mi garganta hay un nudo doloroso, y mis ojos siguen empañados. Y recuerdo la noche que fui a presenciar en la Bombonera el partido de BOCA-LANUS, él ya no jugaba, pero cuando entro al estadio, el grito, el movimiento de los tablones, la energía y vuelvo a recordar en mi piel, la sensación que quedo tatuada, de esa energía que solo alguien que ama puede producir, porque digan lo que digan el amo por sobre todo a su gente, “el pueblo”, y la argentina.

Ole, ole, ole Diegoooo, Diegoooo,

Ole, ole, ole, Diegoooo Diegoooo

Ole, ole, ole, Diegoooo Diegoooo

Ole, ole, ole, Diegoooo Diegoooo

Hasta desde el cielo, él nos puso de patas pa arriba a todos en esta pandemia.

Ole, ole, ole Diegoooo, Diegoooo,

Ole, ole, ole, Diegoooo Diegoooo

Ole, ole, ole, Diegoooo Diegoooo

Ole, ole, ole, Diegoooo Diegoooo



miércoles, 18 de noviembre de 2020

este jueves un relato: mapas, brújulas, relojes y calendario.

 



Habían tocado a su puerta, en la casa solo estaba su madre y abuela. La pequeña se levantó al escuchar el llanto de su madre que, entre lágrimas y confusión, solo decía que esa mujer le había quitado los últimos pesos que tenían para comer a cambio de un mapa. Ella escondida detrás de la puerta de su habitación, vio a la gitana, y nunca olvidó esa mirada. Fue hasta su chanchito de cerámica, lo rompió, y con las monedas juntadas, se le las entrego a su mamá para que ya no se preocupara por la falta de dinero.

La niña creció, con sus estudios de arqueóloga recorrió el mundo, visitó los lugares más impensados, llevó siempre consigo ese extraño mapa, que ningún experto supo decodificar. Después de muchas andanzas, regreso a su hogar, y sin dejar sus estudios, esta vez, se dedicó un descanso descubriendo el crecimiento de su propia hija que estaba recién llegada.

Años más tarde, se la encontró en la plaza donde iba a correr. La reconoció por el color de sus ojos, amarillos. Le ofreció su mano, y le dijo: ¿y que tienes para decirme?, ya está todo pago aseveró, con lo que le has quitado a mi madre hace años. La gitana no se sorprendió, y sin más, le grito, el mapa es la retribución incrédula niña. Le tomó la mano, la miró nuevamente y sin decir una palabra de las líneas allí dibujadas, se marchó.

Ofuscada llegó a su casa, su marido al verla desde el fondo del jardín, le grito: ¡Ven amor, mira lo que ha hallado nuestra pequeña! Ella se acercó y vio a su pequeña con una réplica de su propio chanchito. Recogió su mapa que compartió con su marido, los dos quedaron atónitos por las coincidencias. Lo que contenía ese chanchito era más de lo que cualquiera podría imaginar.

En ese instante le resonó como campanadas las palabras de la gitana: ¡Incrédula niña!



mas relatos en casa de nuestra amiga Neogeminis





miércoles, 11 de noviembre de 2020

este jueves un relato: noviembre


¡Se fue!! Un invierno tan controversial que le daría condena perpetua, y en lo posible, en otro mundo.  Aunque tengo que admitir que disfruté de algunas noches arropada por las mantas suaves en el sillón. Lo perdono por ser tan frío.

El cerró la puerta, pero ella la volvió abrir de un golpe para ingresar. La caprichosa primavera. Esta vez nos miramos de reojo. La muy revoltosa se vino con todos los vientos huérfanos que encontró en su camino.

Todo tiene su recompensa, dicen.

Al fin, llegó él tocando con golpecitos muy suaves. Tan cálido, tan amable, tan lindo. Me obsequió aromas a flores y rayitos de sol para estremecer mi piel, abrió las ventanas e invitó a las brisas que entran en puntas de pies. Me despierta muy temprano y me dibuja los días con alegría, creo que me estoy enamorando de noviembre, lástima que solo se quede hasta el 30.

Lo disfrutaré y mimaré, para que siempre quiera volver.

 

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lunes, 9 de noviembre de 2020

Por si mañana...

En las noches al cerrar los ojos. Me duermo evocando el recuerdo de aquella mañana. El viento fresco colorea mis mejillas. Mis manos cálidas juegan con mi boca. Tu risa junto a la mía invade el espacio y la calidez de tu voz acompasa las palabras que mis oídos resguardan. No quiero olvidarlas, por las dudas que mañana no despertara.



 

sábado, 7 de noviembre de 2020

Cierre de convocatoria

CABALLOS EN LIBERTAD - Espíritu Animal



☼ Infinitas gracias☼

Nos encontramos en casa de nuestra amiga Moly



jueves, 5 de noviembre de 2020

este jueves un relato: Cabalguemos

 

imagen tomada de la red

Cenaba en un bar de mala muerte, así le llamaban los lugareños. Me habían advertido que en ese lugar se juntaba gente extraña. Basto escuchar eso para hacer caso omiso como de costumbre. Se encontraba frente al mar y a mí se me hacía encantador.

Fue esa noche cuando lo vi por primera vez, galopando al viento a orillas de las aguas saladas. El dueño del lugar, un viejo de mal carácter que advirtió mis intenciones, se acercó y me contó que desde hace un tiempo se le ve todos los días, que domadores experimentados ya habían intentado acercarse, pero tiene el genio de mil demonios, lo llamamos diablo.

Se me hizo costumbre cenar en ese bar, solo por mirarlo, el viejo ladeaba su cabeza cada vez que me veía caminar en su dirección, y otras tantas fue a mi rescate. Diablo era tan hermoso como salvaje.

Una de las tantas noches que me acercaba, sucedió algo que jamás olvidare, Diablo golpeteaba con su pata delantera en la arena, su mirada era desafiante, cuando advirtió que no me detenía, se levantó en sus dos patas traseras y relinchaba de tal manera que despertó hasta la luna que lo iluminó, y fue en ese momento que le grité: ¡No te tengo miedo! Y me quede quieta. Él también lo hizo, pero ninguno dejo de sostener la mirada.

Tienes alguien que te espera me dijo el viejo al llegar, miré hacia el mar y él estaba ahí, con todos sus demonios al viento, y sus ojos amables en nuestra dirección, yo sonreí. Me mude cerca del bar, y todas las noches tenemos una cita, algunas veces él se acerca y me deja acariciarlo, sin perder su espíritu libre y salvaje.


mas cabalgatas en mi casa




miércoles, 4 de noviembre de 2020

Participantes Jueveros ☼

 

imagen tomada de la red


Pepe


rodolfo

Campirela

M


Lucía 

Charly 


Gabiliante 

Cecy 

 Volarela 

Mar 

albada 

Dorotea 


Tracy