Imagen tomada de la web
Laura estaba abriendo el bar, cuando vio a Simona que se acercaba con su
vestido por donde se le vuelan las mariposas, y un lindo barbijo haciendo
juego. El día despuntaba bello, primaveral, tan esperado… Pero cuando Simona
lleva sus mariposas, cualquier cosa puede suceder.
Laura salió a su encuentro, se saludaron codo con codo. Fue a buscar el
desayuno, mientras Simona colocaba una ficha en la fonola, las dos se sentarían
en la mesa en la cual acostumbran, con ese amplio ventanal donde corre una
brisa que las acaricia.
Escucharon que abrían la puerta.
Entro un joven, muy bien parecido. Portaba una melena hasta los hombros,
dos lanzas y una piel de pantera en sus hombros. Las dos giraron en sus talones
para mirarlo.
Él se sorprendido a verlas, mientras se rascaba la cabeza como si
estuviese perdido.
Laura creyó que venía de una fiesta de disfraces, porque tras él,
entraron varios más vestidos con atuendos muy similares.
Simona lo reconoció enseguida.
¡Ese es Jasón, él se fue en expedición con los Argonautas a buscar el
vellocino de oro para su tío Pelias, que se quedó con el trono que le
correspondía a este desde la muerte de su Padre Esón! Se enamoró de Medea, pero
ese es otro tema.
Las dos se miraron extrañadas, preguntándose: ¿Qué hacían ahí?
Escucharon unas sirenas a lo lejos, al parecer alguien llamó a la
policía para que viniese arrestar a todos, las reuniones y fiestas estaban
prohibidas. Flor de lío se armó. Jasón se quería llevar a Simona confundiéndola
con Medea. Los demás sacaban cerveza de los barriles cansados de buscar
hidromiel, cantando vaya a saber qué. A Laura no le daba las manos para poner
orden.
¡Khaos! y ¡Caos!
Zeus bajo del olimpo soltó un trueno que los encauzó en su viaje con la ayuda de Poseidón.. Mientras Atenea recibió a los uniformados, y con
su locuaz inteligencia los convenció que solo estaban las bellas doncellas
desayunando.
En el “Bar de las causas perdidas”, todo puede pasar.
mas dioses en casa de Roxana