domingo, 29 de abril de 2012

...y te pienso (2)

Esa infinidad de gotas que veo agrupadas a la ventana, son las que me anuncian que afuera el frío se ha instalado. Me acerco despacio, me apoyo en uno de sus lados y veo. Veo un cielo blanco, parece nieve, recuerdo; la única vez que vi nevar apenas alcanzaba la ventana del comedor de la casa de mis padres, por suerte el taburete del tablero de dibujo de mi papá, me puso a la altura del paisaje. Afuera, unos niños juegan con la nieve. Me pregunto, porque yo no estaba ahí. Pero el silbido de la cocina me devuelve al presente. Cierto es, que puse la pava para prepararme un café. Me gusta batido, la cuchara me pierde en ese tiempo que parece dejarnos fuera, unas palabras impertinentes se presentan, esas pavadas que a veces nos decimos. Vienen así de la nada y me encuentro sonriendo estúpidamente. Te estoy pensando. Y sin que nadie me vea, yo levanto la vista, por miedo a estar descubierta. La pregunta sin respuesta. ¿Me pensaras? 
Tomo a Mankell y al café que humea rico, me acomodo en mi sillón. Afuera, seguramente que la niña del taburete, esta jugando, adentro esta mujer, que intenta distraerse leyendo mientras tú te cuelas, con esas pavadas, esas pavadas que a veces nos decimos…




sábado, 21 de abril de 2012

un lugar

Llegada la medianoche cambiaron los vientos. Suavemente se hicieron sentir. El estremecer de la piel, acompaña.  Un céfiro fresco cambio el momento, con garra de quedarse enlazado en el ondular de las cortinas. Justo al buen tiempo que las imágenes estaban agotadas. Las pupilas piden reposar, receta mediante. Sabe que debe esperar para volver a ver con claridad la indicación en la curva del camino.
La queja constante, ese estar en contra de todo, por la simple costumbre de estarlo, el juego de enfrentar para no construir y la excesiva invasión de una vida sana a cañón en las sienes, es un plato de contradicciones que las redes sociales, junto a los noticieros, radio, diarios... me dejan un sinsabor de creencias.
Me invade unas ganas de hablar poco. ¡Me gusta! Porque no es lo mismo que callar. ¡No!
El silencio lo hago música y; las palabras tinta.
En este pequeño lugar, donde sonrío, las musas andan dispersas por los vientos que soplan.





sábado, 14 de abril de 2012

mía

En horas tempranas, el parque es un pequeño paraíso. Un aire limpio baila alrededor; entretanto, luminosos rayos templan la piel. Un banco blanco con respaldo cerca de la glorieta se siente cómodo, la mochila queda a un costado esperando ser abierta. La ensoñación no se hizo esperar, distendiendo los humores y los pensamientos, que muy amigablemente van tomando lugar en las razones, tamizadas por el corazón. El dolor de las esperas, el tiempo que parece desafiante ante el futuro, esa ansiedad por querer aprehender y aprender a ver, mientras se escuchan los días, el paso del pasado adquirido, arraigado en verdaderos triunfos, Y; el desgarro de equívocos que han dormido en pozos de profunda tristeza. Todo ese universo que se fue poblando de gentes, también ha hecho sus tumbas. Levanto la vista al cielo, así a simple vista parece pasar la nada, pero hay una nube que se desplaza con total sosiego. Miro mis manos mientras las levanto en alto, hay unas líneas que marcan una historia y aún se lucen jóvenes, con la fuerza de tomar el mundo. Es momento de abrir la mochila…después de tantos años hay solo lo que necesito, el equipo de mate, un libro y un cuaderno para escribir con libertad. ¡Ah! Y de un bolsillo, se asoma la alegría de sentirme profundamente mía.


jueves, 12 de abril de 2012

una de pavos


(Foto: Francisco Menchaca)

Se miran, se observan. Permanecerán expectantes el uno del otro. A simple vista no han dado ningún paso. Ay! esos dos. ¿Desplegaran sus plumajes de bellos colores? Están quietos, inquietos. Es toda una señal. Se visualiza una distancia óptima, no tan lejos como para extrañar, ni tan cerca para pelear. ¿Dependerá del interés de sus miradas? Son solo dos pavos reales. Cuidándose.
“la verdad es que son dos reales pavos que se quieren”





lunes, 9 de abril de 2012

jueves, 5 de abril de 2012

me sabes

Me sabes al sol que entra por mi ventana
el que alumbra, me despierta y me contagia.
Me sabes a la luna en mi almohada
que me abraza y me lleva hasta el alba.
Me sabes a la canción imperfecta
que me canta al oído mientras me acompaña.
Me sabes al calor del invierno
y la lluvia que me empapa.
Me sabes al libro que leo
al dibujo de mis hojas
y la inspiración de mis palabras.
Me sabes al infierno de mis pensamientos
pero también al cielo de mi universo.
Y eres el que habita en mis sueños
hace mucho tiempo.



lunes, 2 de abril de 2012

soy 100 % argentina en el corazón

Me gusta de donde vengo
nieta de un inglés por parte de padre
y de una italiana por parte de madre.
Llevo en la sangre una mescolanza
pero los míos me dicen vasca.
Me gusta el mate, el asado
y la melancolía de un buen tango.
Me gusta mi gente con su ombligo gigante
siempre dispuesta ayudar.
Perder el tiempo con mis amigos
hablando de bueyes perdidos.
Me gusta mi hijo, mi Principito y mi gato
y la bandera que flamea mal en todos lados.
Me gustan las noches estrelladas
la luna como guía y un libro de compañía.
Me gusta la soledad por elección
y la música compartida.
Me gustan los bares de mala muerte
que transpiran saberes populares
y se hace todo Poesía.
Me gusta la simpleza de la cara sucia de los niños
los jóvenes idealistas luchando convencidos
y las quejas de nuestros viejos queridos.
Me gusta mi país con su gente
siempre dándole pa adelante
aunque retroceda mil veces.