Esa infinidad de gotas que veo agrupadas a la ventana, son las que me anuncian que afuera el frío se ha instalado. Me acerco despacio, me apoyo en uno de sus lados y veo. Veo un cielo blanco, parece nieve, recuerdo; la única vez que vi nevar apenas alcanzaba la ventana del comedor de la casa de mis padres, por suerte el taburete del tablero de dibujo de mi papá, me puso a la altura del paisaje. Afuera, unos niños juegan con la nieve. Me pregunto, porque yo no estaba ahí. Pero el silbido de la cocina me devuelve al presente. Cierto es, que puse la pava para prepararme un café. Me gusta batido, la cuchara me pierde en ese tiempo que parece dejarnos fuera, unas palabras impertinentes se presentan, esas pavadas que a veces nos decimos. Vienen así de la nada y me encuentro sonriendo estúpidamente. Te estoy pensando. Y sin que nadie me vea, yo levanto la vista, por miedo a estar descubierta. La pregunta sin respuesta. ¿Me pensaras?
Tomo a Mankell y al café que humea rico, me acomodo en mi sillón. Afuera, seguramente que la niña del taburete, esta jugando, adentro esta mujer, que intenta distraerse leyendo mientras tú te cuelas, con esas pavadas, esas pavadas que a veces nos decimos…
Tomo a Mankell y al café que humea rico, me acomodo en mi sillón. Afuera, seguramente que la niña del taburete, esta jugando, adentro esta mujer, que intenta distraerse leyendo mientras tú te cuelas, con esas pavadas, esas pavadas que a veces nos decimos…
Esas pavadas......se pueden colar tan fácilmente. Y mejoran cada momento.
ResponderEliminarUn beso.
Eres adorable.
ResponderEliminarDe verdad que si.
Besos.
Hola Cecy!
ResponderEliminarDescribes magistralmente esos instantes en que nuestra mente se pierde en gratos recuerdos de y con la persona que amamos... Extraña mezcla de melancolía y felicidad...
Beso grande!!
RoB Dangal TV (Music Television)
que gusto, que bien...aqui llueve y trae tus palabras
ResponderEliminarEsas pavadas que nos provocan más de una sonrisa, para los que nos observan, misteriosa...
ResponderEliminarMaravilloso
Besos
Una forma bonita de ver llover.
ResponderEliminarque lindo clima creado, màs allà de la nieve o el cielo blanco.
ResponderEliminary abrazo!
Por acá le decimos a la pava caldera.
ResponderEliminarPero de pavadas hablando siempre es bueno dejarse mecer en ellas, tanta tirantez arruga nuestro sentido del buen humor.
Viendo llover a traves de la ventana yo paveo pensando en los duendes y hadecillas felices por el alimento enviado, claro que no sea torrencial taaa, porque sino seria flor de pavada ja ja!!!
Un abrazo inmenso preciosa Cecy.
Q bien lo describes, me parecio por un momento estar alli.
ResponderEliminarBesos
Ver llover esperando que el café humee lo suficiente para recordarte con su aroma que el también esta presente,llena de tristeza porque piensas que están llorando los ángeles y sus lágrimas en forma de lluvia las están soltando.
ResponderEliminarSaludos
Tus sueños viajan por la ventana...el silbido de la pava te despierta.... Muy lindo como lo decís Simona. Muchos saludos!
ResponderEliminarAsí son los recuerdos linda, aparecen si previo aviso!! Me encantó lo que has compartido. Que tengas una excelente semana!!
ResponderEliminarQUE BIEN CONTADO ME ENCATO.
ResponderEliminarhay pensamientos que se cuelan por las rendijas, para instalarse, inundándonos por un rato. precioso relato.
ResponderEliminarParece que es inevitable que el otoño nos traiga esos flashes, momentos capturados entre los pliegues dela memoria que salen a flote sin aviso y sin anestesia...
ResponderEliminarNuestros últimos post parecen hermanados!
Un abrazote
=)
a mí me gusta como narras tus cotidianos, me permiten verte.
ResponderEliminarjamás podremos adivinar si el otro no está pensando en este instante, y mucho menos si aparecemos en sus sueños; dormidos o despiertos...
Mankell (deuda pendiente), café (que no debería tomar), un sillón y esos pensamientos que se cuelan y te ocupan, casi como pidiendo permiso, son una buena combinación para este lunes frío, por acá al sur.
ResponderEliminarBello relato
beso grande
Hola Cecy: haces bonitas las cosas sencillas, de lo bien que las describes y del sentimiento que impregnas a las mismas.
ResponderEliminarAbrazo. Jabo
Esa nieve, yo era bien chiquita cuando la vi, me lleva a miles de recuerdos. Hace frío y los pensamientos vuelven a colarse por los recodos de la casa.
ResponderEliminarEs tiempo de sonreír...
Un besito
Son asi los pensamientos, nos llevan a otro tiempo, nos traen de vuelta al presente y nos permite estas licencias, que vos contás magistralmente y siempre con ese cierto halo misterioso. Besos tía Elsa.
ResponderEliminarHay pensamientos que vienen definitivamente con la lluvia.
ResponderEliminarQué fácil y sencilla se hace la vida así.
ResponderEliminarQue bien suena, dicho así y con la taza de café en mano, parece que hasta el frío sea ido, para dejar entrar las caricias de esos recuerdos vivos.
ResponderEliminarUn beso!
Esas tonterías y esos fugaces pensamientos son los que nos suelen marcar el día, hay días, por el contrario, que no permiten ni un segundo para pavadas, como tú dices...
ResponderEliminarUn besito y un cafelito, Cecy!
Gracias por tus palabras. Tracy es un punto de referencia para todos nosotros...
ResponderEliminarUn abrazo desde Madrid.