lunes, 17 de mayo de 2010

¡¡¡Ay amor!!!

Cuando fue que deje de amarte…

Si con solo nombrarte
mi cuerpo palpitaba de emoción.
Mis ojos destellaban alegría.
Con la sola sospecha
de pensarte a faltar, mi cuerpo
se retorcía de dolor.
¿Dime amor, cuando fue
que deje de amarte?
Es que no se cuando ocurrió.
Fui en busca de respuesta…
El odio tan egoísta
de tamaño sentimiento
se requiere de tantos requisitos
que solo me ignoro.
La bronca me dio la espalda
por no poder encontrar
el camino a mi corazón.
El olvido riéndose de mí
con voz de enojo
en tono un tanto irónico
expuso que nunca fue convocado
ni para llegar tarde a la ocasión.
La razón me tomo por sorpresa
pidiendo que le consulte al amor
que sonrojado y cabizbajo
me ha contado
que ha sido obra de la desilusión.
Y me embarga una tristeza
no tener un recuerdo
que se lleve alguna lagrima
o al menos una emoción
que pueda salvar ese amor.
¡¡¡Ay, amor!!!