domingo, 11 de septiembre de 2011

hacer tablas

Desde antes de empezar a jugar con muñecas, había descubierto un sin fin de estatuillas chiquitas, en el gran comedor. Gran comedor que solo se usaba para reuniones importantes. Su padre, lo visitaba las tardes de domingos en invierno. En el comedor diario, se encontraban las mismas estatuillas en una caja de madera. Sin previo aviso y sin permiso, los organizaba en ejércitos y jugaba un rato todos los días a la hora de la siesta, sin ser vista. Una tarde de distracción, escucho una voz detrás que le susurro, esa es la torre. Con la cara sonrojada de vergüenza se giro, no pudo contener el susto. Sabia que no pedir permiso, se pagaba muy caro. Se pagaba con la penitencia de suspender el sábado de cine del mes. Pero esta vez, su padre la tomo en brazos y se sentaron en el gran comedor. Le explico cada función de esas estatuillas de mármol. El le enseño a jugar. El la dejaba ganar. Cuando se dio cuenta, ella se empezó a enojar. Hoy recuerda, mientras organiza su ejército de tareas diarias, sin ninguna intención de ganarle al tiempo ni enojarse, pero si, deseando hacer tabla al llegar la noche...


36 comentarios:

  1. hermoso relato, me causo cierta ternura, como un padre enseña a su hija pequeña...

    buen domingo.

    saludos!

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  2. Cecy, apenas me levanté vine a la compu y es el 1° blog que visito.
    Me encantó este hacer tablas para un domingo por la mañana, concuerdo con Carlos, me dio ternura.
    Un beso enorme.
    HD

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  3. Ahí están nuestras pequeñas estatuillas, agazapadas detrás de nosotras mismas, para saltar con sus historias ante lo cotidiano.
    Somos eso que aprendimos...
    Beso enorme Cecy!!!

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  4. Hola, que lindo tu blog, destila ternura y buena onda.

    saludos.

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  5. cuando quieras , jugamos una partida

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  6. va a tener que ser en España, sino, no hay trato...:)

    jaque, amigo!

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  7. Hacer tablas, sin que el cuerpo llegue a ser un manojo de heridas.

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  8. a mi de esas estuatillas, me gusta el alfil. es elegante, misterioso y cruza las calles en diagonal! no sé, a mi no me parece que te alcance con hacer tablas. un abrazo

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  9. Bonito y tierno relato. Saludos Cecy !

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  10. Me gusta la madurez de la historia.

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  11. El ajedrez, un juego magnifico, de leer tu entrada ya me entraron ganas de hecharme una partidita.

    saludos

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  12. Su padre supo bien claro lo que significaba enseñarla a jugar al ajedrez. Además, entre otras cosas, la enseñó estrategias que de seguro le sirven en las batallas.

    Besos

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  13. Es una fortuna el llegar a la noche en tablas, visto lo que nos deparan los días.

    Besos

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  14. Muchas gracias por pasarte, me encantó tu blog. Un beso enorme {♥}

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  15. me ha gustado esta historia de crecimiento vital, de aprendizaje, de amor paterno-filial.

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  16. Me hubiera gustado tener ese tipo de relación...

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  17. ..........o°oQue
    .........O....°tu
    ....o°°O.....o Día
    ...O..........O sea
    ....° o o o O Estupendo

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  18. Hay días en los que hay que hacer tabla y darse un respiro.
    Tierna forma de enseñar el juego a una niña.
    Un beso Ceci.

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  19. Cecy, lindo relato el que dejas a quienes nos adentramos en tus escritos.
    Placer leerte.
    Abrazo
    M. Ángel

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  20. Una escena que me provoca nostalgia... tierna, muy felz.
    Me encanta como escribes y de lo que escribes. Un abrazo.

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  21. Este texto es una máquina del tiempo. Me hace viajar al pasado, en los recuerdos, llenos de juegos de mesa y escondites. Un beso. Gracias por existir.

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  22. Gran relato y más gratificante ver la sencillez del amor de un padre hacia una hija,esa nobleza de dejarla en cualquier cosa sentirse una hija importante es bellisima .


    Saludos

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  23. No siempre lo importante es ganar, yo, a veces, también firmaría unas tablas.

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  24. Has abierto una ventanita en mis recuerdos, desde la que vuelvo a ver una escena lejana, pero muy entrañable. Gracias
    Un beso.

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  25. Mi papá me enseñó a jugar al ajedrez con piezas de madera tallada. También me dejaba ganar y yo me enojaba.

    A mi me gusta el peón. Despacio, sin pretensiones, podés jaquear al Rey e incluso convertirte en la pieza que más te guste.

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  26. En estos tiempos llegar a la noche en tregua no está mal, porque hay muchos vencidos cada día que se quedan como estatuas sin saber a dónde mirar.

    Fuerte abrazo Cecy!!!

    P.D Si es en España yo también juego

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  27. Una historia muy tierna, como lo deberían ser todas en la infancia, y me ha gustado mucho.
    Yo aprendí a jugar tan rápido como luego lo olvidé...

    Biquiños!

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  28. EXCELENTE RELATO. SIEMPRE UN GUSTO VISITARLA.
    UN ABRAZO

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  29. Aun que no lo supiera empezó a ganar, en el mismo momento en que la empezó a enseñar. Ganó una intima cercanía con un padre. Un relato enternecedor, me gustó. Nos leemos, un beso.

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  30. Me trae recuerdos de las figuritas de ajedrez que hicieron mis hijos con tuercas y tornillos, mucho arte y preciosas, con ellas aprendieron a jugar al ajedrez….

    Me ha gustado mucho tu relato.

    Besos

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  31. tu relato me trae recuerdos de la infancia.El comedor diario era casi como un lugar de lindos encuentros. Saludos!!

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  32. ¡Ay Cecy! Que relato más tierno y bonito.
    Me encantó y hasta me emocioné un poquito. Besos MARINA.

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  33. Qué hermosa escena!
    No hay nada mas tierno que ver a un padre dedicándole tiempo y sabiduría a su pequeña hija.


    Bellìsimo ♥

    Besos!

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Tu comentario es muy importante para Simona, la Luna y Yo ♥ Muchas gracias!!