El día estaba maliciosamente nublado, una llovizna
persistente le abrazaba el cuerpo. Salió apresurada para desayunar en el Bar de las causas perdidas. Aunque un paso lábil la llevo de cola al suelo. Torrente de maldiciones se le escaparon
en el más absoluto silencio. Todo amaneció tan malote, que Simona se sintió de tirillas, sin entender que le estaba sucediendo. Cerró sus ojos,
respiró profundo, tomo impulso, y se levanto urgente sin vergüenza al ridículo.
Escucho el tintinear del llamador de
Ángeles, que chispeante y zalamero la condujo al bar de los
encuentros. La sacudió un oleaje del aroma
ajonjolí que la llevo a trastabillar
de nuevo. ¡Dios mío! gritaron los clientes. Por suerte Simona, no volvió a dar contra
el suelo, cayó en brazos de su amado poeta. ¡Vos! Exclamo sonriente, y en esa burbuja de encuentro, el, la cubrió de besos.
mas gente contenta en casa de la linda SAN
¡muy bueno el desenlace Simona! Pocas palabras te bastaron!!
ResponderEliminarQué lindo!! ¿Por qué a mí no me pasa cuando me caigo lo de hacerlo sobre brazos o besos? jajaja. Qué afortunada Simona...
ResponderEliminarUn beso, me gustó mucho
¿Donde se encuentras poetas asiiiii? Bsss.
ResponderEliminarQUÉ BIEN!!! MUY RETEBUEN FINAL. ME ENCANTA.
ResponderEliminarBESOS
Eso le pasa por no usar zapatos con suela de goma cuando llueve!ajjajaja
ResponderEliminarCasi al final pero llegaste con estupendo relato para sumarte a este jueves de palabras tan especiales!
Un abrazo
Y el poeta se sintió más feliz que nunca.
ResponderEliminar:)
Me alegra leerte otra vez.
Besos.
Oh, qué encuentro más romántico y aromático:)
ResponderEliminarEspero que Simona plante bien los pies en el suelo y deje de tropezar.
Besosss
Que suerte caer en los brazos del amado...
ResponderEliminarBss.
Yo quiero uno de esos...:)). La pena es que se acabaron con Simona pero: me alegro porqué ella se lo merece más que nadie.
ResponderEliminarQue bonito Cecy:se nota que estas contenta!
Un besazo y feliz finde preciosa.
A menudo las "desgracias" tienen su recompensa.
ResponderEliminarEso que dicen, "una de cal y una de arena" :)
Me alegra que tengas el corazón contento, como cantaba el poeta Ortega :P
Besos y buen finde !
¿Dirección de ese bar, por favor? ✍
ResponderEliminarBesos, Cecy.
jaja...! precioso!
ResponderEliminarEl ridículo, las pelotas! Nadie más feliz capaz de hacer del ridículo un estilo de vida. Un abrazo.
ResponderEliminarburbuja de encuentro... me encanta! :)
ResponderEliminarCecy, si me dices donde está ese bar, voy para allá ahora mismo.
ResponderEliminarmuacks
ResponderEliminarhummmm que romántico encuentro, lleno de tropezones vergonzosos y de miradas esquivas, por suerte el que se levanta con el pie izquierdo, siempre cae sobre los brazos del que le sigue los pasos.... me encantó
ResponderEliminarMe gusto!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarBesos para ti desde este frío Otoño grissssssssssssssssss.
:(
tq
mar
Creo que Simona se llevo al último de los poetas...¿y donde dices que queda el bar de las causas perdidas?
ResponderEliminarPreciosa historia.
Gracias Cecy por llegar a pesar de todo.
Un abrazo lleno de cariños.
Que relato mas bonito ! Ya dicen por aqui...El amor mueve montañas, y si además entras en el bar adecuado...quiza hasta sales acompañado y contento.
ResponderEliminarBesos con cariño amiga.
¿En qué mejores brazos podía caer? Seguro que se levantó más segura que antes.
ResponderEliminarBuen relato
Un abrazo
Nunca tuve esa suerte Simona! :)
ResponderEliminarSiempre es el piso el que detiene mis caídas. Alguna vez, quizá...
Me ha gustado mucho el relato, tiene magia, gustito a suerte venida del cielo.
Besos!
Gaby*
no sé si alguien alguna vez ha dudado que cuando uno tropieza nunca va a caer contra el suelo, qué va¡¡¡ ¡¡uno va a dar a los brazos de su amante o amada! es algo de lo más normal¡¡¡
ResponderEliminaray, si en todas las caídas me fuera a dar contrra unos labios especiales, desde mañana que no hago otra cosa...
y auqnue las probabilidades diicen que no, yo, afirmo que en este texto, has caído bien, muy bien, al menos por haber sabido entrelazar las palabras de la señora san más que elegantemente..
medio beso.
Que bueno! Yo creo que Simona, se ejercitaba en el juego de tropezar y caer, hasta que encontró al dueño de sus versos.
ResponderEliminarBesos
El mundo de Simona me va resultando cada vez más familiar, me ha gustado encontrarlo con estas palabras propuestas.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo.
Besos.
Me encanta la gente que hace poesía y que cubre de besos a sus congéneres. Un beso.
ResponderEliminarEsto es verdadera poesía fantástica!!
ResponderEliminarHa tenido suerte Simona, mucha suerte, las doce palabras han obrado milagrosamente :)
Un aabrazo
Que todos los días grises terminen así. Muy bonito el desenlace.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo sólo puedo decirte que, hasta donde recuerdo, todas las veces que he tropezado me ha acogido con nada amoroso abrazo la dureza del suelo, pero me alegro por tu protagonista que sí que encontró esos brazos amorosos y esos besos.
ResponderEliminarUn abrazo.
A ese bar quiero ir prontito!!!
ResponderEliminarMuy bien resuelto, el encastre de estas palabras en un texto que siempre resulta mágico, y más cuando aparece Simona.
¡Qué suerte que pudiste participar!
Un fuerte abrazo, Cecy
Un poeta y aroma de ajonjoli...combinacion perfecta. Nunca se sabe que puede a pasar.
ResponderEliminarUn beso