Pobre de aquellos que solo viven para criticar, odiar, y no pueden mirar
más allá de sus narices, pero por suerte para ellos también se hizo el reino de
los cielos.
A penas las primeras noticias se percibían tan distantes, tan ajenas a
este lado tan sur del mundo, hasta que los primeros fueron traídos de aquellos
que hoy hablan como si se hubiera fabricado en las villas donde se encuentra
los más damnificados. Enfermedad, hambre y desempleo.
Ya la miseria de los últimos años, se vieron en las calles con despidos
masivos, cierre de pequeñas empresas y como si fuera poco, los Ministerio de
trabajo y Salud. ¡¡SALUD, al pueblo argentino!!
Todo lo anterior, me llevo a salir solo para ir a mi trabajo y ya me
habían puesto un tapabocas, como en modo zombi, mi vida se transformó en una
especie de nada. Trabajo, series, y nada más.
Por las madrugadas me visitaban musas escandalosas, que encendían mis
sueños, pero al despertar todo eso se había evaporado, y la tristeza volvía a
envolverme. Trabajo, series y nada más, ni siquiera mi nombre podía escribir.
Quizás por tener ideas diferentes, las urnas siempre eligieron a los
otros, hasta el año pasado y el 19 de marzo que nos mandaron a cuidarnos a casa.
En principio, pensé estar viviendo una de las tantas películas de ficción, sin
entender que nos pasaba a nosotros en esta difícil realidad.
Me siento una privilegiada, cuidada, porque a ese que critican, ha tomado
las mejores decisiones sanitarias, porque de la economía se vuelve, de la
muerte NO. Gracias a mi salud, obstinación y trabajo no me falta nada.
Hasta ahora, solo me deja el sabor amargo de ver que un poderío que
desinforma, y unos cuantos más que son dueños de casi todo, solo miran su
ombligo. Aunque si se distinguen hermosamente los que ayudan, y son los que más
sufren. A la mierda con el capitalismo que solo divide, así fue siempre , y esta pandemia solo lo hace un poco mas evidente.
Que me llamen zurdita, como quieran, no tengo nada, ni siquiera una casa
a mi nombre, vivo día a día. No les dejare ninguna herencia a los míos, pero si
presencia, y lo más valioso que uno pueda tener, el amor para arroparlos. Moriré
pobre y quizás indigente, pero jamás me torcerán el brazo esos tipos que no
tenemos nada en común.
Los tuyos son muy afortunados de tenerte.
ResponderEliminarDe verdad.
Que nadie te cambie.
Besos y ánimo.
Existe una obstinación en desinformar, en pretender ignorar que cierta gente tiene el discurso de Basta de hablar de redistribución.
ResponderEliminarEs verdad lo que planteás. Se juzga a quienes insistieron en futbol en una canchita, lo que fue un error, más que a quienes compulsivamente salieron a correr, sin recaudos.
Te felicito por tu lucides.
Besos.
Y es que con personas como tú laa esperanza jamás se perderá. Ánimo, precaucion y esperemos que todo mejore
ResponderEliminarUn beso, hermana
Esta es la realidad, yo también aqui en casa desde Marzo y ahora que dicen que sera hasta Octubre todo México se anda revelando. Solo les preocupa la economía..... Saludos amiga.
ResponderEliminarEs tam dificil leer lo que sientes de lo auténtico que es lo que dices.En un mundo que yo ya no entiendo en lo que veo y percibo de la gente Y aunque a solas vivo mi dias las noches las uso para soñar lo que falta, y en el silencio de la vida te escucho ,y desde lo lejos te mando abrazos, y recuerdos,
ResponderEliminarde
como
te
entiendo
No creo que mueras pobre, Ceci. Tienes una enorme fortuna constituida por los valores morales que posees por lo que intuyo de tus escritos. La pobreza física no puede quitarnos la riqueza espiritual. En estos tiempos de pandemia se aprecia perfectamente quien es rico y quien es pobre en ese sentido. distingamos entre hombre pobre y pobre hombre, Estos últimos abundan.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Coincido con lo que decís, nunca faltan las personas que están llenas de odio.
ResponderEliminarEl virus lo trajeron los ricos y lo cargan los pobres, y es injusto.
Pero puso en evidencia esa desigualdad, que a la mayoría de las personas el capitalismo nos trajo más problemas que soluciones, lo que queda por ver es si va a servir para que las cosas cambien y tengamos un mundo más justo, espero que sí.
Abrazos.
Sin distinciones de etiquetas políticas, hay quienes sólo miran la realidad desde su particular perspectiva, en forma sesgada y con toda la carga de prejuicios que nublan siempre la comprensión de una realidad que hoy aún más compleja. A los del interior siempre nos ha pasado con el centralismo porteño, gobierno quien gobierne, nos dejan en el fondo del tarro y resultamos ser un agregado para esa mezquina realidad de urgencias locales. Un abrazo Cecy.
ResponderEliminar¡Qué auténtica eres Cecy! Te comprendo en todo lo que dices en tu texto y tienes razón en lo que dices sobre lo político y lo económico...
ResponderEliminarTu corazón vale más que todo lo que poseen gente que parece que no tienen corazón... a juzgar cómo tratan a la gente... al obrero... a los de abajo...
Gracias por escribir lo que escribiste y cómo lo escribiste... porque es la triste realidad de este mundo tan incalificable...
Te mando un abrazo inmenso de empatía y os deseo a ti y a los tuyos salud y lo mejor de lo mejor.
Estoy de acuerdo con tu texto,, tremenda realidad. Tengamos esperanza ! beso
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