Artista: Giulia Valente
Esta
es la historia de una Maga, así la llamaba su madre desde niña. En su pueblo
natal, vivía en una calle donde la gente en el solsticio de verano, se sentaba
en la puerta de sus casas a mirar y hablar con sus vecinos. Ella junto a otros
niños jugaban a infinidad de juegos: las escondidas, la pelota o simplemente a
cantar y bailar canciones populares que habían aprendido por las costumbres
familiares.
La
maguita siempre se encontraba bajo la mirada atenta de su madre, quien, a su
vez, además de amarla y protegerla le enseñaba estrictamente a cumplir con las
normas disciplinarias y de escolarización. La incentivaba en aquellas prácticas
artísticas como la pintura, piano y patín, así creció y se convirtió en La Maga
que se esperaba de ella.
Un
día se despertó y sintió muy dentro suyo que debía buscar su camino. Fue así
como ante la mirada estricta que no conocía de su madre, se plantó, y aunque su
incomprensión le dolió, partió sin un rumbo a otras tierras, fue un trayecto de
locura, fascinación y también de miedos y contratiempos.
Hubo
momentos confusos, le pesaba esa no aprobación de su madre y también sacaba de
su interior esa luz de amor que había concebido de pequeña y se decía que todo
estaría bien, siguió adelante: trabajó, estudió, se enamoró. También conoció el
dolor, la perdida, la frustración. Y cómo seguir adelante en caminos de luz y
sombras, hasta forjar su propia identidad.
Una
noche, terminado un nuevo solsticio de verano, se encontró mirando su mesa de
herramientas, adquiridas en toda esa vida, la miró, y también giró a ver su
aprendizaje, se preguntó, ¿Quién soy? Soy todo eso que me precede, ¿A dónde
voy? Donde mi sueño me lleve, así comenzó a escribir esta historia.
Felicitarte y darte las gracias también por aquí por tu magnífica participación, mi querida Cecy.
ResponderEliminarMuy bello y emotivo relato. Y con un claro mensaje que reivindica la libertad de ser y sentir desde esa esencia de cada uno; esa magia que todos poseemos y que nos permite volar desde nuestros propios valores, sueños e impulsos.
Un placer, preciosa.
Abrazos y cariños 💙
Y nos dejas con el gran interés de lo que sigue a partir de aquí.
ResponderEliminarBesos de anís.
Entrañable historia que , siento, me habla de alguien que voy conociendo poco a poco, gracias a esta cercanía virtual que ha cruzado nuestros caminos. Besos enormes, Cecy. Que la magia no nos abandone!
ResponderEliminarQuerida Cecy se te echaba en falta.
ResponderEliminarOtro reto superado, y esta historia tiene muchísimo mensaje: nos crían de una forma pero llega una edad que ya necesitas volar o ser tú misma y a veces con renuncias...y esos momentos siempre están en el recuerdo o en esos sueños...
Un abrazo y bienvenida Cecy.
Te he leído donde Ginebra y me ha encantado, está hecho de esa magia de una pequeña que sabe que es diferente, e intenta aprender y saber ,más de su poder.
ResponderEliminarUn besote Cecy, y muy feliz fin de semana.
Me ha gustado leerte y me ha encantado lo que he leído, defiendes todo lo que me gusta. Un abrazo
ResponderEliminarUn precioso texto que nos muestra que la magia de nuestras decisiones correctas o no, la libertad de decidir es vital. Ella lo supo y desplegó sus alas para forjarse ese futuro. Muy emotivo. Cómo siempre un placer leerte. Un abrazo
ResponderEliminarPues es un texto precioso, no sabemos si esa maguita acabará siendo la gran maga, pero quién sabe.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué precioso relato, Cecy, me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo
Es un magnífico relato con pinceladas biográficas que te quedó genial...
ResponderEliminarEstoy seguro de que esa magia la acompañará siempre...
Abrazo
Que bonito!! Un relato magico. Besos
ResponderEliminarHola Cecy, paso a recordarte que te toca conducir el próximo jueves. Un abrazo
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