El sol legaba su brillo en el vidrio de la ventana por donde miraba la calle, vacía todavía. Cerró sus ojos dejándose seducir, por la tibieza del calor que penetraba en sus mejillas. Se asoma un día distinto, lo sentía en el cuerpo, el cual se embriagaba de disfrutar, lo que por azar le estaba destinado, sin saber todavía. Le dio recreo al reloj y libero el tiempo. Disfruto de la mañana como casi ya, no lo recordaba.
Unos momentos después se dispuso a salir, como todos los días. Ya había dado muchas vueltas de esquina, cruzado algunos puentes, y curvado algunas líneas. Pero nada tenia que ver con la ruta que había diseñado siguiendo su instinto. Al llegar a la esquina se dijo para sus adentros: “¡Será posible que no escuches, que te estoy llamando!”
casi como un milagro...
casi como un milagro...
Simona se saco sus anteojos, se miraron y se estrecharon en un abrazo. Inmenso abrazo, se sentaron en el café de la esquina, y se perdieron en estos años que se extrañaron. Ellos no creen en los milagros, pero creen en los afortunados momentos, que el tiempo hace travesuras y juega con los misterios. La vida se puebla de sonrisas cuando dos amigos se encuentran.
Unos minutos después… ya sonaba las notas de un saxofón en el tango que empezaron a componer…
No cree en los milagros, pero este es uno de ellos.
ResponderEliminarMientras estas cosas sigan pasando no vale la pena preguntarse el porque. Mejor aprovecharlas. Un beso.
ResponderEliminarQué bonita historia.
ResponderEliminarA mí me gusta creer que todo lo que ocurre es milagro, como dijo... bueno, no me acuerdo de quién lo dijo, creo que Einstein.
Un abrazo grande.
Los milagros de muy distintas formas se presenta .
ResponderEliminarUn día una paciente que no veía casi nada,fue operada ,con tal éxito que a los pocos días veía muy bien,la paciente le cogió las manos al cirujano y le dijo Dios a puesto en usted el milagro que yo pueda ver ,dándole la sabiduría suficiente para que usted realice este milagro.
Saludos
mientras leía poblaron los recuerdos mi cerebro.
ResponderEliminarCecy: Te quedó bordado a mano... La verdad me encantó el desarrollo de tu historia.
ResponderEliminarBesos.
Yla Abu quedo soñando con ese tango a componer!!!!!
ResponderEliminarTe dejo cariños y deseos de un buenisimo fin de semana!!!!!!
Cada día puede ser en sí mismo un milagro...si nos disponemos a comprenderlo en intensidad.
ResponderEliminarUn abrazo!
Quiero un milagro así.
ResponderEliminarY lo quiero ya.
Besos.
Los milagros no acontecen todos los días, y mientras tanto toca vivir. Los otros días, sólo abultan el saco, pero hay que vivirse y no dejarse vivir, para cerciorarse de esos milagros que vienen rozándote.
ResponderEliminarUn placer leer/te. Ideas que van dando lugar a las imágenes. Abrazo.
ResponderEliminarSI, ASÍ SON LAS COSAS!! ME GUSTA LA LÍRICA DE TU RELATO.
ResponderEliminarBESOS
Con nuestros pensamientos nosotros creamos los milagros.
ResponderEliminarsaludos
Abierta a que el día le mostrara su mejor cara, un dia amable sin duda, todo disùesto para ese milagro.
ResponderEliminarSerenidad en este relato Ceci.
Un abrazo.
Son esas jugarretas de la vida que a veces son hacen sonreir y otras nos hacen creer que se rien de nosotros. Besos tía Elsa.
ResponderEliminarElla encontró algunas señales que le anunciaron buenos augurios. Me alegra este final, si no existen los milagros si hay lugar para la esperanza y la ilusión.
ResponderEliminarEs una bonita historia, de veras.
siempre es muy relajante leerte :)
un abrazo
El tiempo es un eterno adolescente: no hay quien lo entienda, cuando crees que lo has alcanzado, se ha escapado de nuevo, y a veces te sorprende en el momento en que menos te lo esperas.
ResponderEliminarUn abrazo Cecy.
Biquiños.
Lo mejor que tienen esos milagros es que de tan cotidianos casi ni nos percatamos de ellos mientras nos ocurren.
ResponderEliminarUn abrazo
ah! cuantos milagros sordos se quedan sin celebrar, cuando están ahí, a la vuelta de la esquina. preciosa historia.
ResponderEliminarUn minuto despues...que bonito..me gusta lo escrito, Un saludo desde Murcia, espero que te guste el mio de fotos y comentarios.
ResponderEliminarY es que
ResponderEliminarcomo decía Serrat
"de vez en cuando la vida...."
Paz&Amor
Isaac
cada segundo existe un milagro, lo divertido es saber apreciarlos.
ResponderEliminarbesos
Los milagros y los amigos son contados. Por eso hay que mimarlos un poco,como lo hiciste con este relato.
ResponderEliminarBeso grande
La prosa nos habla de ansiedades y misterios, impulsos que llevan a los protagonistas a un inesperado encuentro. Todo para bien de un lector que se va muy sonriente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te dejo mis cariños y deseos de una buena semana con gratos momentos.
ResponderEliminarAdoro estos milagros. Cuando aprendemos a pedir al universo lo que necesitamos, ocurre que nos escucha. Este es el milagro.
ResponderEliminarTus letras y composición también lo parecen.
Besos amiga.
Le dio recreo al reloj y libero el tiempo.
ResponderEliminarME QUEDO CON ESTO.
SIMONA ES MARAVILLOSA
LO QUE LE SUCEDE ES MARAVILLOSO
ASÍ COMO MARAVILLOSO ES EL POST
SALUDOS
Los encuentros inesperados, son los mejores.
ResponderEliminarNada hay como los reencuentros.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, un placer...
Hoy llamo los milagros a mi vida...
ResponderEliminarpaz&amor
isaac
Tal vez el secreto está en animarse a esa esquina... Bello texto, Cecy!
ResponderEliminarAbrazo y beso,
Gracias por siempre estar!!!
ResponderEliminarHola Cecy guapa!!!
ResponderEliminarMe hacía ilusión volver a leerte.
Más que en los milagros creo en la buena suerte y en la mala suerte. Y la suerte hay que buscarla.
Un beso mi niña!
ya te he visto bailar tangos y sé que lo haces fenomenal.
ResponderEliminarun abrazo
:)
Que buen relato. Reanima a los corazones descridos como el mío.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ale
Milagros que no hay que develar, se perdería la magia. Una linda historia.
ResponderEliminarBesos.
HD
Yo también quiero milagros para mi vida, quiero un sol gigante brillando en mi corazón.
ResponderEliminarTe quiero amiga linda.
Un abrazo enorme para ti y un lindo día.
mar
Cecy, gracias por tu felicitación en este cuatro de agosto (aquí ya lo es).
ResponderEliminarHablas de anonimato, y la que te escribe es la misma que ves en la fotografía, en las varias que hay en el blog. No hay máscaras ni disfraces; soy Carmen, nada más, pero tampoco nada menos.
Recibe un fuerte abrazo.
Biquiños.
Carmen.
Wow , divino . Besos
ResponderEliminarNo creo en los milagros pero eso no significa que no existen. Un saludo y gracias por tu visita.
ResponderEliminarYo sí creo en los milagros.
ResponderEliminarUn gran saludo.
Encuentros como regalos
ResponderEliminarQué lindo milagro... me encantó. Besos desde el alma, amiga querida.
ResponderEliminarLos milagros, son solamente para creer en ellos.
ResponderEliminarLlevaba días sin comentar (cosas de las vacaciones) pero ya de nuevo por aquí.
Saludos y un abrazo.