¡Dios! no daba crédito a lo que veía, y se refregaba los ojos pensando que
estaba soñando.
Su vecino corriendo por la acera sin abrigo en estas fechas tan invernales,
sus manos en la portátil y miles de cosas que salían de prisa con él.
Y como si esto fuera una muestra, lo que seguiría, la dejaría por demás intranquila.
El camino no pudo ser más accidentado, nuevamente como le ocurría en otras
oportunidades, llego sin aliento, entro al “Bar de las causas perdidas”, y se
dejó apoyar en la puerta del lado de adentro para recuperar fuerzas.
Repuesta de las corridas, levanto la mirada y se encontró con Laura, el
Mozo, y algunos clientes inmóviles, mirándola, como esperando que algo mágico de
ella aconteciera.
Con un bufido, “así:
(ufffffffff) y por unos segundos sus ojos en blanco” los miró y dijo todo de
corrido, sin respirar y sin soplar: AySeñoresTodoscorriendodeunladoaotroTeempujandistraidosensuscelularesLasvocinasdelosvehiculosDespertandoalosdistraidosLosgruñonesquegritanmolestosporlasvocinasVantodosconprisasaningunapartemolestandoasutranquilidadylamia
¡Solo quiero un café con leche y medias lunas! VAMOS, APUREN QUE TENGO
MUCHA PRISA, digo hambre….
Mientras repiqueteaba sus dedos en la mesa.
Vayan con sus prisas a casa de Molí de Canyer
ajjajajaaj, un trabalenguas de corrido.No creas en los tiempos que corren la escena que nos muestras en más común de lo que creemos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo , y procuremos ponernos la paciencia de primer, vestimenta .
Muy divertida la idea del texto sin espacios y que conste que me lo he leído, siempre vamos corriendo y siempre llegamos tarde pero que el café no falte. Unos abrazos
ResponderEliminarEsa costumbre de repiquetear los dedos en señal de impaciencia más de una vez me puso en evidencia. Una vez una farmacéutica bastante maleducada y lenta en la atención no se privó de decirme (intentó ser jocosa, pero no le salió) que me convenía dejar las histerias en casa. Tenemos que bajar un cambio en esto de los apuros cotidianos, al fin de cuentas, un minuto más o menos no creo que haga mucha diferencia... o sí, si la suerte lo quiere jaja. Besotes!
ResponderEliminarSimona debía de tener mucha hambre, siendo tan amable, para hacer un reclamo con tanta prisa.
ResponderEliminarBesos.
Es así, vamos todos como locos, y luego, si tenemos hambre, repiqueteamos :-) Pero nos olvidamos de cómo perdimos el tiempo :-)
ResponderEliminarUn abrazo
En estos tiempos es normal ir con las pilas puestas todo el día, y después dicen los médicos que el estrés mata...
ResponderEliminarCon lo bien que se esta contemplando el horizonte...
Y, gracias que pudo pedir el desayuno porqué ni a eso podemos llegar muchas veces...
La verdad que he notado ese cansancio en palabras te felicito.
Un abrazo y espero que no haga mucho frío por esos lares , por aquí estamos asados:((
¡Qué bueno e ingenioso tu relato". Buen humor, trabalenguas donde de corrido expones buena cantidad de situaciones diarias donde hay prisas. Y por si fuera poco, el cierre magistral con las prisas de quien se queja de las prisas y el repiqueteo sobre la mesa.
ResponderEliminarUn abrazo, Cecy.
Simona es perfecta.
ResponderEliminarTodo lo que haga me parece bien.
Es una Diosa.
:)
Besos.
Eso de leer todo de corrido es fundamental para sentir las prisas a flor de piel. Muy bueno, gracias por sumarte. Besos.
ResponderEliminarEsa técnica de escribir las palabras juntas, da una sensación de velocidad increíble. El relato te ha quedado siperbien. Me gustó tu manera de reflejar la prisa.
ResponderEliminarJaja! Así del tirón y sin tomar aire! Y es que tiene razón, la cosas con las prisas es así! Me ha gustado, es divertido! Un abrazote!
ResponderEliminarCreo, yo al menos lo hago, que dejamos pasar el tiempo hasta que segun nuestros calculos, nos va a ir justo para llegar en hora. Si calculamos que nos va a sobrara mucho tiempo, metemos otra faena en medio.
ResponderEliminaraqui creo que el peor parado va a ser el vecino; ella , al fin y al cabo, va a conseguir su cafe con leche.
abbarzooo