Después de todo, y; con los ojos visitados de tantas desgracias, caídas por
las calles vacías. En una oscuridad que esperaba por los mismos lugares en que
la habían alimentado.
Ya había aprendido a caminar con sus pies lastimados y el alma a
cuadritos. El contaminante en la simiente de la felicidad no había sanado. ¡Lo
sabía! Era cuestión de tiempo, nada más.
Solo que, creyó… Por un instante se había equivocado.
Y decidió esperar…
Hubo un tiempo de sembrar. La
plaza redonda rodeada de las cinco esquinas, aún conservaba la cúpula de la
sabiduría. Y el reloj que marcaba las
horas, sin tiempo, era ayudado por una Lechuza que le miraba fijamente con sus anaranjados
ojos tremendamente grandes.
En la banca, en raras ocasiones, la mujer que vestía con su gran túnica negra
y el rostro era ocultado por ese halo de luz que dibujaba su contorno, se
sentaba a contemplar que no se distrajera.
El árbol, guardaba su secreto, porque hay lágrimas que también tienen su
recompensa, en la compañía de los solos.
La niña siguió anunciando la llegada de la luna inmensa.
¡Espero! Un, dos, tres días, solo por cortesía. Sabía que esa puerta no
se abriría, lo sabía antes de golpear con delicadeza.
Entonces, volvió con sus pasos y sentimientos al camino. Porque su
trabajo aún no había terminado… ¡hay muchas semillas que sanar!
Hola Cecy espero te encuentres bien.
ResponderEliminarTu relato es maravilloso un tanto nostálgico pero de belleza interior que transmite luz y esa paz que conmueve.
Siempre es un encanto leerte y sentirte amiga, un abrazo y se muy feliz.
Es un relato lleno de magia y misterio.
ResponderEliminarMe ha cautivado de principio a fin.
Dan ganas de ir a la plaza redonda rodeada de las cinco esquinas y formar parte de ese universo.
Besos.
La fantasía trepa por los sentimientos y tu relato alcanza la altura de los sabios. Un texto sensible y delicado. Abrazos
ResponderEliminar-Pesa esa pena que arrastra y a la vez ese consuelo que encuentra en esa compañía de los solos : aun le quedan muchas semillas que sanar.
ResponderEliminarEstimada Cecy besos y feliz finde
Misterioso con una niebla de metáforas entre las palabras, y una espera anhelante.
ResponderEliminarMuy denso, pero muy bello. Un abrazo
Qué misterio encierra las palabras, hay soledades que curan otras enferman pero hay que saber que el camino siempre hay que recorrerlo solo o acompañado. Muy bello
ResponderEliminarBesos y feliz viernes.
Las semillas son milsgros
ResponderEliminarBesos
Tiene un halo de tristeza, a la vez que de esperanza… Las semillas siempre lo son. Mágico y envolvente…
ResponderEliminarUn placer, preciosa.
Abrazos enormes, y muy feliz finde 💙
Misterioso pero lindo texto amiga, saludos.
ResponderEliminarMe encantas Cecy hoy siempre
ResponderEliminarun abrazo desde Miami
Ceci,
ResponderEliminarUm relato belo e envolvente, que desperta um sentimento de nostalgia e mistério. As palavras nos conduzem para fortes emoções, que nos deixam ansiosos por muito mais! Gostei muito Ceci!
Un buen fin de semana
Besos!
Hola Ceci! gran trabajo ese el de sanar heridas... mientras haya humanos sobre la tierra, tendremos todos necesidad de ella. Un abrazo
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